Durante los últimos años, ha cobrado una justa relevancia la conciencia del cuidado personal: éste involucra varios aspectos que ayudan a las personas a sentirse bien en diferentes aspectos como el físico, el social, el intelectual o el espiritual. Precisamente en situaciones como la que estamos viviendo en la actualidad, encontrarse bien con uno mismo es una fortaleza para enfrentar enfermedades y desafíos mentales.
El cuidado personal depende de cada individuo: se trata de hallar el tiempo, la dedicación y la actividad que a cada uno le produzca esa sensación de bienestar y satisfacción. Lo principal es tener la conciencia de que este tipo de atención es necesaria: ya sea que dediquemos una parte de nuestro día a practicar un deporte, o nos demos un momento para leer, para meditar, o que durante un break nos bebamos una taza de nuestro té favorito, todas estas actividades ayudan a cuidarnos, a estar sanos y preparados para afrontar las demandas y requerimientos de todos los días.
Un ejemplo de los espacios de cuidado personal es un buen baño, puede ser por la mañana para estimular todos los sentidos, o en la noche, tras una larga jornada, para relajar el cuerpo y prepararse para descansar. La sensación del agua limpiando el cuerpo, rociando el rostro, se acompaña con el aroma frutal de un jabón limpiador o un shampoo herbal, estos productos, con sus característicos aromas, pueden inducir diferentes estados de ánimo. Lo mismo sucede con la crema que aplicamos a nuestro cuerpo, además de la hidratación y la sensación agradable que conlleva, también gracias a sus ingredientes puede reconfortar, estimular el sueño o, por el contario, incitar al cuerpo para despertar y llenarlo de energía.
De igual manera, una rutina de cuidado y belleza también es un momento especial que alimenta en muchos sentidos; además de que la limpieza es sinónimo de salud. Para muchos hombres y muchas mujeres, el momento de arreglarse, maquillarse, prepararse cada mañana para encontrar en el espejo una imagen agradable es un ritual muy especial lleno de significado: este tipo de costumbres también ayuda a que las personas se sientan felices, seguras y puedan desarrollarse socialmente en todas sus actividades diarias. En estas rutinas se utilizan diferentes productos como cremas, maquillaje, afeitadores, tratamientos, geles y perfumes… existe una muy amplia gama de estos productos, cada uno con características únicas, para cumplir con los diferentes gustos y estilos.
Un último caso de momentos que funcionan para el autocuidado es dedicar un espacio y un tiempo para la meditación, la relajación. Para ello es importante contar con un sitio cómodo, donde colocarse en una posición conveniente, en un ambiente tranquilo, puede ser con música y de igual forma se pueden usar aceites corporales, cremas o aceites esenciales mediante algún difusor.
Éstos son algunos ejemplos, pero hay muchos más, lo importante es que cada vez más personas de diferentes edades están conscientes de que el autocuidado no es un acto egoísta, sino una necesidad fundamental que debe ser solventada al igual que la alimentación, el sueño, la limpieza diaria, pues ayuda a que todos nos desenvolvamos mejor en nuestras actividades cotidianas.