Hay muchas definiciones para una fragancia o perfume. Hay definiciones religiosas, poeticas pero para nuestro quehacer o industria la definición mas adecuada seria la de un perfumista: “Armonia olfativa, compuesta por una mezcla de materias primas naturales y químicas”.
Estructura de un perfume
Existe una forma clara de simbolizar un perfume, este método es el de la pirámide olfativa, en la cual se encuentran 3 etapas que deben estar en total equilibrio con el propósito de representar la armonía. También es aceptado por los perfumistas el uso de la forma de gota para representar la estructura de una fragancia en referencia directa de la tradicional pirámide.
Notas de salida:
Son las notas que impactan primero al consumidor, su duración suele ser breve de apenas unos minutos pero dejan ver la dinámica de la fragancia y su pertenencia a una determinada categoría. Ejemplo en el gráfico: Aldehidos cítricos, marina, verde
Notas de corazón:
Estas denotan la personalidad de la fragancia. Las notas que la constituyen son perceptibles desde los 10 minutos y perduran hasta algunas horas dependiendo del sustrato que se impregne. Ejemplo en el gráfico: Florales, espaciadas, herbales, chypre
Notas de fondo:
Estas notas son las que sostienen todo la armonía dando un cuerpo y volumen a la fragancia. Estas notas pueden durar varias horas y son perceptibles una vez que las notas de salida y de corazón empiezan a agotarse. Los componentes que las constituyen suelen ser moléculas pesadas y de productos naturales en forma de goma o resina. polvosas, maderosas, animálicas.
Familias olfativas en las fragancias.
Cítrica:
Aroma característico de la cascara de las frutas y que otorga notas de salida volátiles, e intensas que nos dan ligereza, frescura y vigor. Contiene un alto porcentaje de limoneno, citral, linalilo entre otros. Algunos ejemplos olfativos son el aceite esencial de limón, aceite esencial de toronja y por raro que parezca también figura el aceite esencial de bergamota que posee un aroma cítrico con notas florales muy suaves.
Silvestre-aromática:
Esta familia nos recuerda a la campiña por su frescura, sensación de libertad, y pureza. Las notas encontradas aquí son herbales, agrestes, a raíz fresca. Algunos ejemplos que califican en esta categoría son el lavandin, el romero, la artemisa y también el tomillo.
Floral rosa:
Las notas de esta familia son pesadas y nos transporta a un jardín de rosas blancas y rojas. Es un aroma clásico de la perfumería sobre el cual se han hecho muchas composiciones y modificaciones. El aroma es seductor pero es sutil al mismo tiempo. El aceite esencial de rosa y el geranio son algunos ejemplos olfativos.
Floral blanca:
Las notas de esta familia son medias a ligeras En esta categoría tenemos amplia variedad de flores con aromas que van de lo delicado como un nardo a algo más intenso como un jazmín. Son notas muy empleadas en las composiciones clásico-moderno.
Floral violeta:
El color de estas flores crean unas notas olfativas de fantasía, propias de confitería y que son ideales para usos cosméticos, de cuidado personal y perfumería fina. Muchos describen estas notas como cálidas, polvorosas, pastelosas. Los mejores representantes de esta categoría son los sintéticos alfa ionona, gama metil ionona.
Maderas:
Estas notas son opulentas y dan mucho volumen a una fragancia, imparten notas sensuales, místicas y de origen étnico. Las notas van de lo cálido a ahumado hasta llegar a salidas frescas reminiscentes de musgo. Esta familia se usa ampliamente en composiciones masculinas y orientales. Algunos ejemplos aromáticos son el pachuli, cedro y sándalo.
Animálica:
Son notas pesadas, también llamadas de fijación. Estas notas imparten carácter a la composición y mejora la residualidad. Las notas son tenaces aunque no predominantes si se incluyen apropiadamente en un proyecto. Los ejemplos aromáticos son las moléculas sintéticas que parten del ambergris y otras como el absoluto de civeta y el almizcle.
Especiada:
Estas notas como en la comida aportan vivacidad y exoticidad a una composición. Las notas son variadas y le serán familiares a quien la perciba según la región y tradición culinaria de cada lugar. Estas notas aportan personalidad y nos remiten siempre a la comida que nos deleita. Entre algunas de estas notas se encuentran las del clavo, la nuez moscada, la canela, la pimienta, etc.
Aldehidica:
Las notas fragantes aldehidicas hacen más orgánicas y naturales las propiedades de las flores ya que aportan tactilidad y vivacidad. Son indispensables en composiciones verdes, bouques florales y hasta frutales. Las materias primas de síntesis son los mejores ejemplos de estas notas.
Verde:
Estas notas invocan a la naturaleza, desde raíces, tallos, hojas, follaje de árboles, plantas y pasturas verdes. Aportan chispa, frescura y hacen analogía a lo que se encuentra en la tierra y lo que en ella crece. Algunos ejemplares olfativos son el helecho, la goma de galbano, el dihidromircenol.