Como su nombre lo indica, los aceites para masajes son utilizados de manera tópica en diferentes zonas del cuerpo, con el fin de relajar o estimular física y mentalmente a través de sus aromas, texturas y propiedades medicinales o terapéuticas características.
Hay gran variedad de aceites para masajes con distintos efectos curativos y reparadores. Por ejemplo, a través de la aromaterapia, o los masajes ayurvédicos se tratan diferentes dolencias corporales o cuadros emocionales con movimientos puntuales y aceites particulares para cada caso.
Los aceites para masajes, utilizados solos o combinados, ofrecen múltiples ventajas y beneficios para el cuerpo y la mente, ya que cada esencia específica aporta determinados nutrientes o efectos terapéuticos de acuerdo a cada patología o necesidad particular.
Hay gran variedad de aceites para masajes, mencionaremos a continuación los más utilizados:
Aceite de lavanda. El aceite de lavanda es conocido por su efecto relajante, ya que su delicioso aroma ayuda a restaurar el equilibro mental y emocional. Además, es antiséptico, cicatrizante, y ayuda a tratar dolores reumáticos y a disminuir la hipertensión, entre otros beneficios.
Aceite de eucalipto. El eucalipto es un poderoso expectorante, por eso se utiliza su aceite para tratar resfríos y enfermedades respiratorias crónicas como el asma, por ejemplo. Aparte ayuda a aliviar dolores musculares, como artrosis, artritis y reuma.
Aceite de manzanilla. La manzanilla se utiliza principalmente como método natural para calmar la ansiedad, el estrés y el insomnio; pero los masajes con el aceite de esta hierba también son muy beneficiosos para tratar dolores musculares crónicos o pasajeros.
Aceite de almendras. La principal función del aceite de almendras es restaurar los tejidos dañados y humectar naturalmente la piel, por eso se utiliza mucho para realizar masajes a bebés, ya que no posee contraindicaciones, y posee un perfume dulce y suave.
Textura
Como mencionábamos anteriormente, los aceites esenciales tienen texturas que se ajustan a los distintos tipos de masajes, pero también es importante que se adecúen a cada tipo de piel, ya que algunos tenemos pieles más grasas y otros más secas o mixtas.
Aceites para pieles grasas. Para este tipo de pieles se recomiendan aceites más livianos y ligeros, como pueden ser el aceite de uva, el de romero, el de jengibre, el de manzanilla, o el de lavanda, que además son cicatrizantes, antisépticos, relajantes emocionales y calmantes musculares.
Aceites para pieles secas. En este caso se necesitan aceites más espesos, como pueden ser el de oliva, el de almendras, el de sésamo, o el de aguacate, entre muchos otros, que se caracterizan por sus propiedades humectantes y regenerativas de la piel.
Aceites para pieles mixtas. Las pieles mixtas poseen zonas grasas y zonas secas, por ello puede resultar complicado encontrar un aceite que equilibre el pH natural de la piel. El aceite de jojoba es una gran opción para todo tipo de pieles, al igual que el de rosa mosqueta y el de caléndula.
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Fuente: Zonadamas